Parece mentira, pero ya hace varios días que el verano entró en nuestras vidas. Madrid se va vaciando poco a poco. Las despedidas se hacen cada vez más duras e intensas, ya que cada vez se ve más cerca el momento de quedarme aquí casi sola por completo. Los sonidos de la ciudad se hacen más densos, más pesados y difíciles de llevar. El reto que supone superar cada día el calor que nos cae encima mientras caminamos entre estos obeliscos de ladrillo nos hace sentir débiles y menguados, como hormigas perdiéndose en una jaula de cristal, moviéndose sin destino concreto, sin dirección final.
Se aprende a vivir en Madrid…se aprende a descubrir que hay mucho elemento desconocido ahí fuera y también que a veces nos da miedo reconocerlo…
Se aprende a descubrir que hay mucho elemento desconocido ahí fuera que hace que el miedo a lo extraño se pierda, que se vayan los prejuicios…
Ambas cosas…
Que nuestro reflejo se intercale con el reflejo de otro que nos pueda aportar algo especial es el mejor regalo que Madrid nos da….
…Madrid y el mundo en general…
Las personas especiales que nos rodean se merecen la inmensa alegría de sentirse queridos en todo momento, porque juntos hacemos de nuestros reflejos un camino a seguir…una vida que merece la pena aunque sea por la búsqueda de ese camino…
Bueno aquí va un remedio casero de urgencia contra la sensación de pérdida y vacío, especial para los que empiecen a sentir cómo el calor nos intenta derretir el cerebro. Funciona…
Yeah baby!!!!!!
Si ya lo dice Eduardo Galeano:
“-El mundo es eso. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
5 comentarios:
Ojalá que podamos hacer que tambien sea tiempo de encuentros y que podamos mirar nuestro reflejo sin quemarnos demasiado.Espero verte este verano
Claro que nos veremos en verano, además si puedo te dejaré algo de Roald Dahl para que lo disfrutes.
Qué grandes eres!!...Cuantos momemtos me roba este trozo de agua salada.recuerdos del negro canario y que no te agobies por el caló.Dice: k me dejaste traumatizao.jejejejeje
El verano se adentra en nuestras vidas y nos aleja temporalmente alguien que queremos, pero a su vez nos acerca a otros que hace tiempo no sentimos, y se crea un remolino que nos lleva y nos trae por los vericuetos de la vida.
Pero en el fondo todos los que te quieren están ahí de una u otra forma...
Todo pasa y todo queda, pero lo bueno es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Caminante no hay camino, se hace el camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atras,se ve la senda que nunca se a de volver a pisar.
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