Y ya está aquí el 2007

A aquellos que piensen que la Navidad no me gusta nada en absoluto tengo que decirles que lo siento mucho, pero se equivocan, de hecho demuestran conocerme bastante poco.

Quizás dé la impresión de que soy una alergica a esas fechas recién pasadas y que me ponen de mal humor o me hacen sentir más triste...nada más lejos de la realidad...
Es totalmente cierto que tengo muchas críticas hacia el comportamiento que la gente ejerce a final de año en ciertos aspectos, pero no por ello me amargo ni me siento excesivamente asqueada, lo soporto, lo soporto como todo, como el resto del año. Porque lo mio es soportar.

Soy capitalista. Soy consumista. Soy gorrona. Soy caprichosa. Y lo soporto...me soporto a mí misma por ser todo eso y sobretodo por serlo todo el año y admitirlo todo el año y no serlo ni más ni menos en Navidad por el hecho de que sea lo habitual.

No soy creyente ni en Navidad ni el resto del año y, puesto que parto de la idea de que la Navidad debería ser una celebración religiosa, me siento un poco indispuesta y traicionera cuando celebro cenas en honor de alguien en el que no creo, aunque ya doy por asumido el hecho de que ese término ha pasado ha segundo plano y ha sido absorbido por las ambiciones de una sociedad acostumbrada a transformar celebraciones típicamente limitadas a unos sectores en una enorme forma de masificar el sentimiento consumista latente en todos nosotros.

No doy más la lata...¿La compresión se busca a partir de sus contradicciones? Que alguien me explique eso porque yo no comprendo más, de hecho comprendo menos, por el hecho de contradecir mis sensaciones.



Hay algo que sí me place deciros y me gustaría que funcionara infaliblemente y es que, espero, tengais un feliz 2007...y que hayais tenido unas buenas vacaciones navideñas...
¡Saludos a todos de nuevo!


Ahh, se me olvidaba, para los que anden, como yo, confusos en qué es la felicidad...un buen amigo me comentó una vez que la felicidad no es nada más lejano que estar a medianoche, conduciendo a 45 km por hora por una serpenteante carretera secundaria escondida, entre la ladera de una montaña y un valle frondoso, mientras escuchas a Billie Holiday , después de haberte dado un baño en un río, al aire libre, disfrutando del maravilloso entorno...
Nunca lo olvidaré...