History

Poco a poco, la gente va perdiendo las sonrisas. Con cada paso que dan sobre el asfalto de las grises y sombrías mañanas de Enero, pierden una sonrisa que se transforma en una mueca de cansancio.
El asfalto duro y frío, sabio, golpea nuestros zapatos con la furia de un titán. Los pasos se vuelven más lentos entonces, el asfalto nos hace meditar. Los pies están doloridos de caminar y caminar hacia objetivos que nosotros nos creamos; hacia objetivos que inventamos, creyendo que, si logramos conseguir todos, llegaremos a la meta final del camino. ¿Conoces esa meta? A todos nos han hablado de ella. Cuando somos pequeños estamos esclavizados a creer y valorar todo o que se nos enseña, por eso pasamos tanto tiempo creyendo que la meta está al final, ya sabes, que la meta es la felicidad. Lo decían muchos y muchos lo creen. Muchos lo hemos creído y hemos derrochado esa idea tras afrontar que la felicidad son tramos aislados que se nos presentan en el camino.