03 diciembre 2006

La misma diferencia




Recomendado...un comic diferente...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

un gran hombre este derek kir kim, ya le tenia yo echado el ojo. q buen gusto tienes, maja.
aqui algunos comics suyos de gratis por si alguien se interesa, como "previú" y tal.
ganas de verla, señorita.
besos! :)

Anónimo dijo...

el link era este q se ma olvidao ponerlo, jeje

http://www.lowbright.com/index.html

Anónimo dijo...

Gracias miguel!!!Eso, que como este finde no podias quedar porque tenias examen no nos hemos visto, pero ya te podias haber venido a la fiestecilla q hice en mi casa. De todas formas fue muy light, ya haré despues de las navidades alguna mejor.
Miraré el enlace y haber si en el puente nos podemos ver aunque sea un ratito porque vienen mis amigos el martes y cuando se van llegan mis padres, eso es el jueves( y se quedan hasta el domingo).
Así que besos!!!!!! :)

pablomata dijo...

Agradezco muchisimo tu comentario.
De corazón, gracias.
He añadido tu direccion al messenger, si habituas a conectarte podemos hablar sobre ese tema en concreto o sobre lo que quieras.
Por cierto, tu blog está muy bien.

Un abrazo, y gracias de nuevo.

GAAR/pablomata

niobidas dijo...

Hoy he visto a un niño. Hoy caminaba por el Retiro menos verde que por costumbre, pensando en otro parque – el mío- y he visto un niño. Descansé en el estanque y posé mi mano en la barandilla metálica dejando caer el peso ladeado de mi hombro, como mirando a la robusta y roída roca por la cual siempre, me gustaba atravesar; por debajo, esa gruta, ahí estaba yo, de niño. Qué cosas uno piensa cuando es niño y qué historias crea uno, intrincadas, cuando es mayor. Nunca he sentido especial predilección por los niños. Siempre me ha atraído más el niño que se hace mayor, dialoga cabalmente de asuntos cuyo caro valor solo puede hacerse desde un a priori reflexivo y no su contrario. Quizá sea porque no he tratado mucho con ellos. O lo anterior sea el motivo de esto postrero. Es el deseo de conocimiento lo que esta detrás de esto. Es paradoja el descubrimiento recuperado de mi recuerdo de niño cutianamente y rememorarlo al pie de cualquier hora, propincuamente, ante el frescor del batiburrillo de retozos y momentos regocijadores, con un no sé qué de algarabía o un sí sé qué inconfesable. Es la razón la que me alejó de aquello que con tan preclara silueta presenta su propaganda capciosa. Es la emoción prejuvenil, una vía para el regocijo del adulto que quiere volver a ser niño, como presentía Nietzsche, la que empeña, denuedos, por salvarme al través de las imágenes coloreadas del daguerrotipo infantil.